A DONDE?

Donde quedaste? A donde te fuiste?

No me avisaste. La ultima vez. habíamos hecho un pacto, casi un juramento. Éramos hermanos, te acordas?

Vos me dijiste que no te ibas a mover de mi lado.

El problema no es que te fuiste. Es mas, no existe tal problema. Solo es la congoja que me invade, de la costumbre absoluta de compartir y a partir de ahora pensarme solo.

Si, solo! Así vinimos al mundo, no? Salvo vos, que viniste con tu mellizo o aquellos locos lindos que tuvieron quintillizos… Cuantos no? Pero esos no se quedan solo nunca mas. De eso estoy mas que seguro.

Porque molesta tanto la soledad? Que es lo que jode realmente de estar solo? A veces, en nuestro comportamiento individualista, seleccionamos los momentos que decidimos o preferimos estar en esa situación. Alejados, introvertidos, poco sociables, ogros, marginados, lejos de todo lo que hable y / o camine.

Pero yo no decidí eso ahora. Y vos te fuiste. Te juro que no es un reproche, al contrario, estoy analizando la situación y pienso “que egoístas que somos” cuando uno mismo quiere, SI, y cuando uno no quiere, NO. Es tan básico y tan pelotudo el razonamiento pero mas claro, imposible.

Es el maldito orgullo que batalla en nuestro interior y decide el, siempre. Y no quiero que me gane mas ese orgullo. Porque vos decidiste irte, dijiste que no querías compartir mas nuestras anécdotas. Creciste, evolucionaste.

En fin, necesitaría al menos dos o tres litros de agua para digerir semejante ausencia. Dicen que el agua es vital. A mi me ayuda para apagar algunos incendios.

Espero que este no se expanda.