Cual es la formula para no perderse y distraerse de las
distintas variables que presenta “la gran ciudad”. Cuantas personas,
provenientes de distintos sectores, de un pais casi unitario, que concentra
todo el poder y la “distribución” economica en un solo departamento; no se
tentaron con el solo hecho de conocer distintos suburbios festivos y vieron asi
esfumarse todos sus sueños que realmente venian a concretar. Posibilidades,
emociones, opciones, juegos, venganzas. Los siete pecados capitales reunidos en
una superficie terrestre que te atrapa cada vez mas y mas. Sus jugadores poseen
artimañas que ellos no suelen prever y sin pensarlo si quiera un segundo ya
estan en ese circulo vicioso del que es muy complicado salir.
Los sueños, las sonrisas, las esperanzas comienzan a
desvanecerce y a convertirse en una oscuridad irremediable. El dolor de
sentirse solo, vigilado por el gran monstruo.
Es simple pensar pasar el resto de tus dias, sentado en la
silla mecedora en la vereda de tu casa, tomando unos mates junto a tu mujer,
mientras ella teje, y saludar a cual vecino pase por la puerta de tu casa, de
esa manersa tan afectuosa como suele suceder en los pueblos. Y que Don Antonio
se quede unos minutitos a debatir de futbol, que paso con el referi que no
cobro “orsai”, y a quejarse porque no le aumentan la jubilacion. O que Doña
Sulema, quien vuelve del almacen del hijo de Roberto y que le fiaron carne
picada, salsa de tomate y pan para preparar unas buenas pastas en el almuerzo,
chusmee con tu mujer las ultimas novedades del barrio. Que “…a La Susy, la
esposa de Osvaldo, la encontraron infraganti con Mario “el carpintero”. Parece
ser que querian hacer una alacena nueva y entre medidas y medidas los descubrio
el hijo mayor de la Susy, que ese dia no habia ido al colegio. Y a los
Rodríguez? Te acordas que el primo de ellos, que vivia en Rumania? Bueno, me
entere que no trabaja mas alla, lo deportaro porque robo algo de plata a una
familia, y ahora se volvio al pueblo. La cuestion es que sus primos no quieren
saber nada con que el este aca de vuelta. Y podes creer que no esta durmiendo
en la casa de ellos. Lo mandaron al hotel de la entrada del pueblo. Parece que
ese chico va a ser un problema, pero bueno, nosotros ya estamos acostumbrados.
Seguro que es drogadicto y chorro.”
Y esos momentos, luego del almuerzo, que el pueblo llama a
silencio y solo las campanas de la iglesia o el reloj de la plaza suenan
denotando algun suceso o simplemente la hora; son momentos unicos, magicos, de
pura naturalidad.
Luego, la hora de despertarse, sentarse en la punta de la
cama, mirar los pequeños rayitos de sol que se penetran entre la persiana
totalmente baja, medio dormido aun sentir que solo una mosca perturba y acopla
un fuerte sonido en los timpanos y que de no estar presente la casa estaria en
silencio absoluto. Levantarse pareciera ser el desafio mas complicado de la
jornada. Sentir que los dos muslos presionan los pies contra el suelo para
realizar el envion, ayudandose con las dos manos que se apoyan en la cama y
ponerse de pie para luego recorrer ese pasillo oscuro que conecta a la cocina.
Prender la luz de la misma y sentir como uno de los dos tubos de luz tarda en
prenderse, el otro quemado desde hace meses. Agarrar la pava que se encuentra
sobre el horno, abrir la canilla del agua, llenar la pava, prender la hornalla
y esperar a que el agua este en ese punto casi de ebullición para tomar unos
ricos mates luego de la siesta. Ese instante de reflexion pura, en el cual tu
mujer descansa, vos estas pensando de mas, tomando unos mates. Se escuchan, en
el jardin, algunos pajaros anarquistas que intentan alterar la siesta de los
vecinos. El afilador pasa caminando con su bicicleta en una mano y con la otra
haciendo ruido con su armonica ya que muy lejos esta de ser un sonido melodico.
En la mayoria de los casos suele ocurrir que cuando uno esta
solo, pensativo y reflexivo surgen cuestionamientos del pasado que pocas veces
se puede uno escapar. Instantáneamente aparece el conformismo, cual superhéroe,
combatiendo a todos esos pensamientos engreídos y problemáticos que lo único
que hacen es confundir a la persona aun mas y que la convierte en mediocre ya
que no puede remover, ni cambiar el pasado.
Todos alguna vez se han preguntado ¿Qué hubiera pasado si…?.
Pero es momento de volver a tierra. Tu mujer te grita desde
la pieza que por favor le lleves un vaso de agua y la medicación de las cinco
de la tarde. Al haberse acabado la medicación hay que salir urgentemente hasta
la farmacia del pueblo que no quedaba a mas de dos cuadras.
Te dirigís hacia la lata, la cual tenes algún dinero
ahorrado, tomas unos billetes y salís raudamente hacia la farmacia. Afuera,
además del calor de la tarde que distrae los sentidos de cualquier persona,
solo están los niños jugando al fútbol, en esas calles de tierra, con una
pelota de trapo y cada vez que patean levantan ese polvo que se plasma con el
aire del pueblo y retratan una postal única, colores pictóricos que
caracterizan la pasión futbolera del potrero.
Saludas a Don Ricardo, quien se anticipo a todos los vecinos
y saco su sillita a la vereda para ver jugar a los chicos, mientras toma uno de
esos mates campestres y que si te invitan uno, nunca podes negar. Te convida
una ronda y mientras tanto te cuenta que “aquel, de remerita celeste, con la 7
en la espalda, la rompe”. “Ese pibe tiene futuro de selección”.
Pareciera ser que siempre son las mismas historias, con distintos personajes. La historia del futbol es asi, siempre de menor a mayor. Como la vida, nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y morimos. Salvando las distancias, el fútbol es igual. Desde el punto mas humilde, nacen los pequeños Maradona, Messi, Di Stefano, Onega, crecen como todo mortal, alrededor de sanguijuelas que quieren absorber sus virtudes y abusar de ellas, se reproducen y desarrollan su máximo potencial en el primer mundo y mueren con el recuerdo del pasado de aquellos días de gloria en el que el mundo, alguna vez fue simplemente de ellos.
Pareciera ser que siempre son las mismas historias, con distintos personajes. La historia del futbol es asi, siempre de menor a mayor. Como la vida, nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y morimos. Salvando las distancias, el fútbol es igual. Desde el punto mas humilde, nacen los pequeños Maradona, Messi, Di Stefano, Onega, crecen como todo mortal, alrededor de sanguijuelas que quieren absorber sus virtudes y abusar de ellas, se reproducen y desarrollan su máximo potencial en el primer mundo y mueren con el recuerdo del pasado de aquellos días de gloria en el que el mundo, alguna vez fue simplemente de ellos.
Don Ricardo, lejos de ser una de esas sanguijuelas y mas
próximo a ser el descubridor de esa aguja en un pajar, esa persona que comienza
a escribir su propio libro diciendo “Yo lo vi por primera vez…”, es quien
gratuitamente se sienta todas las tardes a ver a estos chicos jugar, porque tan
solo es un juego para ellos. El observa esas sonrisas en sus caras, inocentes y
dulces cuando corren detrás de la pelota, miradas desafiantes cuando tienen que
patear hacia la valla y un éxtasis de felicidad cuando se abrazan todos juntos
porque consiguieron el objetivo, el gol. Hasta Don Ricardo, sin notarlo esboza
una mueca de alegría en el momento que los chicos festejan sin cesar.
Luego de ver uno de los miles de goles que escuchaste
durante toda tu vida en las calle, frente a la ventana de tu habitación,
recordas que tenias que ir rápido a la farmacia para comprarle el medicamento a
tu mujer. Saludas a Don Ricardo y continuas la caminata.
La camioneta, con la caja abierta y el parlante en el techo,
anuncia el gran baile de carnaval que se realizara esa misma noche en el Club
Social y deportivo Granada, el lugar de encuentro que todo pueblo tiene, su
club. Es ahí donde surgen las mejores historias, los mejores romances, las
mejores peleas. El club del pueblo vendría a ser el segundo hogar de los
vecinos. Cuando uno se encuentra agobiado, atormentado y los problemas lo
desbordan, se dirige hacia el club, aunque sea a sentarse en uno de los
escalones de la tribuna para pensar, o ir a patear a uno de los arcos, lanzar
la pelota al aro, inclusive a tomarse una copa al bar que atiende Pedrito,
encargado de oficio, psicólogo y amigo por deporte. Pedrito es la esponja que
absorbe las preocupaciones de todos los que pasan, al menos unos minutos a
contarle lo que fuere.
Llegas a la farmacia, saludas a doña Silvia, quien recién
levantada de la siesta te atiende casi sin preguntarte que es lo que necesitas.
Solo te pregunta como anda tu mujer; también se acuerda de tus hijos y tus
nietos, quienes viven desde hace un tiempo en la gran ciudad. Te recuerda
también que la próxima semana van a traerle un nuevo medicamento que te había
recetado el doctor y que no te olvides de ir a buscarlo. Todo es un clima
hospitalario. Todo pareciera ser una gran familia. No existe la maldad, solo
buenas acciones y actitudes por parte de quienes conforman y habitan el pueblo.
Regresas a tu casa y tu mujer te espera con unas galletitas
que están recién sacadas del horno y cebándote unos ricos mates. Mientras toma
la medicación, enciende la radio para escuchar, a tu lado, las noticias de la
hora dieciocho. De pronto, una información de ultimo momento congela los
parpados de los dos y la cocina queda en silencio por completo. El locutor
informa que “…el Club Atlético Racing Club acaba de fichar a Santiago “El
rayito” Guevara, un chico de quince años que vive en el pueblo de Granada,
ubicado a unos quinientos ochenta kilómetros de la capital”.
Y precisamente, ese niño que hacia unos pocos minutos atrás
viste gambetear sin cesar a todos los rivales que se le cruzaban por el camino,
que avanzaba cual guerrero espartano en busca de la gloria, acababa de triunfar
con la noticia que el locutor de la radio local dio. El nuevo wing de Racing
era ni mas ni menos que de tu pueblo, Granada. Ese pibe salvo a la familia. Va
a triunfar y encima, tiene futuro europeo, que es lo importante.
Pero, cual es el concepto del triunfalismo? Que victoria
puede obtener uno, mas que numeros estadisticos, si cuando cambia de habitat,
de tiempo y de costumbres es otra persona totalmente distinta a la que
“contrato” Racing? A quien “salvo” en su familia, como si fuera un medico o un
super heroe? Y cual es el significado del destino europeo? El prestigio, el
glamour, la moneda de turno?
De a poco se va perdiendo el contacto directo con “El
rayito” Guevara. Quien ni siquiera ya se apoda tal como lo conocian en el
pueblo. Ahora su “nickname” es “el hijo de la luz” y en los medios de
comunicación no tienen mas que elogios, halagos, adulaciones y todos los
sinonimos que calcen con precision en un chico de tan solo quince años. Pero
claro, no deja de ser un niño y por ahora el futbol es solo una diversión para
el, un juego. Sin dudas, las presiones futboleras aun no asoman por su jardin y
ni siquiera esta enterado de algunas cuestiones “poco claras” que merodean en
el ambito futbolistico. Por el momento, el sigue jugando como un guerrero
espartano, gambetea y se despega de los rivales con una facilidad y una
velocidad que pocos antes habian igualado. Asiste, manda centros claros,
goleador. Que mas pueden pedir desde la comision directiva hasta la prensa en
general.
Con el paso del tiempo, su agenda se va cargando de mas
eventos sociales y extra futbolisticos. El niño crece. Debe cumplir con algunas
clausulas dentro de los contratos firmados por su padre, quien lo acompaña
realizando una carrera intensiva de manager. Y cada vez viaja menos a “Granada,
tierra soñada por mi”, como alguna vez ha cantado el tenor Luciano Pavarotti.
Una tierra y vecinos que cada vez extrañaba mas al “rayito”
y que lo leia y lo escuchaba por los medios del pueblo como aquel niñito que
jugaba en los potreros y vislumbraba hasta a “Don Ricardo” que pagaba la mejor
yerba para disfrutar de los mejores mates y el buen futbol de Guevara desde su
vereda.
Ya con la mayoria de edad y firmando su primer contraro en
el futbol profesional, Guevara comienza a ostentar con lujosas vestimentas,
reloj y cadenas de oro, casi como si estuviese caminando por la Avenida Champs
Elysees, luego de salir del hotel donde se aloja su equipo, horas antes de
jugar la final de la Copa de Europa entre el Ajax de Holanda y Milan de Italia.
Pero la realidad es que se encuentra un paso atrás de lo que se estipula, por
lo general, en los “mandamientos del éxito”.
Noche de futbol. En el estadio “Presidente Peron” se jugara
el clasico de la ciudad de Avellaneda entre Racing Club e Independiente. “El
hijo de la luz” jugara su partido numero cuarenta en primera division. Con solo
dieciocho años ya tiene diez espectadores de lujo, ademas de todo el estadio
colmado por los hambrientos hinchas que esperan llenar sus ojos de pura
adrenalina futbolistica que le regale el pibe de Granada. Los espectadores de
lujo, son ni mas ni menos que “managers” o sanguijuelas, propiamente dicho, que
vienen a hacer negocios a los paises de “tercer mundo”, donde el cambio es mas
accesible y “los indios” se venden fácilmente.
Milan, Real Madrid, Paris Saint Germain, Bayern de Munich
fueron algunos de los clubes que se hicieron presentes en esa noche para ir a
ver al “7”.
Un numero siete que a simple vista, ni bien arranco el juego
se encontraba erratico con los pases, lento, en otras palabras… nervioso. Pero
cual es el aliciente que uno tiene cuando lo ven de afuera? Cuales son las
explicaciones logicas para perder la sonrisa y poner la misma cara larga del
comun de la gente, cuando lo que mas se marcaba del “rayito” era su sonrisa
impregnada en la cara cuando gambeteaba a los rivales?
Los hinchas comenzaron a impacientarse y alentaban “cueste
lo que cueste, esta noche tenemos que ganar”. Y pedian fervientemente por “El
hijo de la luz”. Guevara, que estaba en cancha, pero no sobresalia dentro del
juego, no encontraba una respuesta logica de porque no estaba teniendo suerte
esa noche en el “Cilindro”, que deberia ser magica y perfecta para sus logros
personales. Los managers, desde el palco vip, comiendo sushi y tomando champagne,
entre intercomunicadores que traducian, se cuestionaban que hacian en el sur
del Gran Buenos Aires viendo un partido tan malo y a un pibe que ni siquiera
podria jugar en la tercera division de sus respectivas ligas.
Desde la radio de Granada, con todos los vecinos
expectantes, algunos en el Club Social y otros reunidos en la casa de “Don
Ricardo”, transmitian el partido en vivo y todos estaban haciendo fuerza por el
“rayito”, porque haga esa jugada que deje boquiabiertos a todos los espectadores
y oyentes; y que al otro dia piense solamente en sacar el pasaporte para irse
al prestigioso Viejo continente.
Corria el minuto ochenta y dos de un partido aburrido, que
estaba casi sentenciado a una cadena perpetua de 0 a 0, cuando el lateral
derecho de Racing tira un pelotazo cruzado de casi cuarenta metros, directo al
area rival. Los defensores y las pocas camisetas albicelestes que merodeaban
por el campo contrario se amontonaron en busca de la pelota. Pelota que se
abrio, por la ráfaga de viento que justo soplo del este y que recibio el numero
“7”, “El rayito”, “El hijo de la luz”, simplemente Guevara. Aquel wing, joven,
revolucionario del que todos esperaban que sacara el pincel y esboce esos
retratos que quedan para la posteridad, que son mas valiosos que todos los
clubes del mundo o que la misma Union Europea. Guevara, se encontraba en el
vértice del area grande, bajo ese balon con una categoría poco antes vista,
piso la pelota para sacarse al lateral derecho de Independiente, quien lo
agobiaba con la marca. Encaro, primero para afuera, luego cuando lo vino a
marcar el central derecho, engancho para adentro haciendo un tunel, que hasta
el ingeniero subfluvial mas reconocido lo hubiese envidiado por el resto de la
aternidad; corrio en paralelo al arco, hacia el punto de penal. En ese momento
vino a cerrar el central izquierdo quien tuvo que salir de la cancha con un
desgarro porque Guevara le piso la pelota de una forma sensacional que este
pateo directamente al aire y se cayo al suelo.
Ya con los rivales desparramados en su propia area, Guevara
estaba a punto de recuperar la sonrisa. Todo el estadio de pie. Los Managers de
los clubes habian dejado de prestarle atencion al protagonista japones de la
noche para posar sus ojos en esa obra maestra que se iba a plasmar en
Avellaneda, una noche mas de esas que nunca se olvidan. Frente a frente con el
arquero, quien quedo estupefacto bajo los tres palos y que no tuvo reaccion
para achicarle el espacio al pibe; la pelota giraba entre el punto de penal y
el area chica. Guevara rapidamente patea la pelota con la parte interna de su
pie derecho, realizando ésta una parabola casi perfecta y en una distancia muy
corta se colgo del angulo, siendo casi imposible para un arquero totalmente
vulnerado por el “rayito”.
En un grito alunisono el estadio grito gol, un gol que le
hacia falta al partido, el gol que Guevara tanto ansiaba, un gol que hasta los
prestigiosos managers gritaron por la emocion que les genero ir a ver al pibe
de Granada y que supere sus expectativas.
Desde el pueblo llego un aliento de pura felicidad, todos en
las calles salieron a festejar porque Guevara, al fin seria reconocido
mundialmente. Y porque no? Una proxima convocatoria a la Selección Nacional
Argentina. Todos estaban contentos.
Finalizo el partido y el pibe habia recibido las
felicitaciones de todos, llamados de todas las personas que lo querian. Su
padre, el manager, ya estaba intercambiando telefonos con los directivos de los
clubes europeos, para juntarse en la semana y cerrar con el que mejor oferta le
haga, no importaba si en Medio Oriente estaban en guerra y corria riesgo la
vida de su hijo. Quien pagara mas, se lo llevaba.
Sabado a la noche, luego de ganar a su clasico vecino, los
jugadores se juntan a cenar, toman unas copas, de mas, como cualquier
deportista que le gusta festejar la victoria. Todos halagaban a Guevarita,
quien no se le borraba la sonrisa de la cara, emocionado por su gran
protagonismo. El plantel llego al lugar donde el club le habia preparado un
evento privado, con señoritas acompañantes y demas agregados que tiene el
ambiente del futbol y que pocos conocen en profundidad. Pasadas algunas horas,
algunos empezaron a preguntar donde estaba Guevarita. Algunos, mas
alcoholizados que otros, decian que se habia ido con una chica; otros sostenian
que nunca lo habian visto ingresar al lugar y que lo perdieron cuando todos
iban en sus autos hacia la fiesta. Incluso, algunos sostenian que estaba tan
borracho de alcohol y emocion que se habia ido a su casa a dormir porque no
podia mantenerse en pie. La realidad fue que “rayito” estaba volviendo a su
casa, pero a su casa natal, a Granada para festejar con su familia, amigos y
vecinos. Sabia que iba a estar poco tiempo en el pais y queria disfrutarlo con
su pueblo querido. Pero la vida siempre te plantea disyuntivas y complicaciones
que uno siempre tiene que estar atento para resolver de la manera mas eficaz y
efectivamente posible. En la madrugada del domingo, volvian en la camioneta, su
padre y él, rumbo al pueblo para pasar un almuerzo en familia. A la mitad del
viaje una vaca, que incluso al dia de hoy, algunos sostienen era de
Independiente y estaba enfadada por el gol del “rayito”, se cruzo en la ruta e
hizo que el padre haga una maniobra que alcanzara a esquivar a la vaca, no asi mantener
la camioneta derecha y en curso, ya que comenzo a dar trompos, avanzando casi
una cuadra girando sin parar. Los dos fueron rapidamente asistidos y llevados a
la salita medica de un pueblo que estaba a cinco kilómetros del accidente. Por
suerte y gracias a que la vida a veces se esmera para poder hacerte mas
difíciles las cosas, se salvaron los dos y luego de estar unos dias internados
en el Hospital de Granada, retornaron a sus casas. Lógicamente, no habia
motivos para festejar. El gol ante independiente, el coreo de la hinchada
“Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir los goles de Guevara que ya van a
venir…”, las anotaciones de los managers europeos, ya habian quedado atrás y
eran solo anecdotas de una noche linda, difícil de olvidar.
Las noticias del accidente habian llegado hasta a Europa. El
diario “Chutea” de España titulaba “La luz se quedo sin velocidad”, la revista
deportiva italiana, “Gazzeta Sportiva” hacia referencia que “Guevara otra
ilusion futbolistica”. Sin dudas, que todo lo que ayer fue bueno, si algo
intercede en el medio para mal, mañana sera pesimo. Y la historia les enseño a
todos aquellos que alguna vez fueron ostentados y tentados por “los dueños del
mundo” con sus riquezas que siempre habra y existira un Poncio Pilatos con un
lavatorio, jabon y toalla, cerca.
Santiago Guevara nunca mas pudo si quiera volver a caminar.
Va y viene por el pueblo con su silla de ruedas, con su sonrisa que lo
caracteriza, que nunca perdio y que siempre sostuvo hasta en los peores
momentos. Su familia lo cuida como si fuese oro. Su padre, quien no sufrio mas
que una costilla quebrada, luego del accidente, se lamenta todos los dias que
tuvo que haber sido el quien debio quedar invalido para que su hijo pueda
seguir jugando al futbol. Algunos en el pueblo dudan si lo dice desde el alma o
hubiese arriesgado caminar por la cantidad de millones de dolares que su hijo
pudo haber generado para el y su familia.
La vida del “rayito” no cambio para nada en Granada. Volvio
a ser “El rayito”. Da clases de futbol para los mas pequeños en el Club Social
y deportivo Granada y todos los Jueves a las tarde se junta en la vereda con
“Don Ricardo” a tomar los mejores mates y a ver el buen futbol de potrero,
mientras vos pasas por ahí, rumbo a la farmacia para comprarle el remedio a tu
señora y te quedas aunque sea cinco minutos con ellos dos para hablar de
futbol.
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