No le temo a tu llegada
No le temo a tu traición
Mi sonrisa esta varada
La tristeza se hizo canción
Todos opinan en los pasillos
Cuídate, dicen, ciegos y a oscuras
Al farol se le extinguió el brillo
Aguardo en la puerta, nadie me apura
A lo lejos observo una figura
Una silueta muy delgada
No alcanzo a divisar su estatura
Su mano envuelve una daga
No temo verte fijo a los ojos
Resulto muy fácil descifrarte
Me ignoras y haces varios pozos
Solo viniste a demostrar tu arte.
No existe un reglamento
No necesitas escribirlo
Enfrentados por un momento
Nadie pudo advertirlo
No le temo a la hora indicada
No tiemblo si es mi turno
Pido tocar la ultima balada
En el famoso bar nocturno
Sin quererlo me hablas
La emoción te invadió
El ultimo deseo regalas
Mucha gente me evadió
Nunca le tuve miedo a tu voz
No le temo a tu vanidad
Nunca tuve miedo de vos
Mi único miedo siempre fue la
soledad.
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