Nunca se enteraron lo mucho
que se amaban.
No era cuestion de
sentimientos, ni mucho menos de habla.
El tiempo se encargo de
maltratarlos, guiándolos hacia los encuentros mas ansiados.
Ella tiraba de la cuerda y El
con su facon desafilado la guillotinaba.
Pensaban que se alejaban,
pero cada vez mas, se acercaban.
Es por eso que permanecieron
juntos toda una vida en su poseída eternidad.
Sus estructurados momentos no
les permitieron ser libres y se escudaban en la soledad.
Si de tristeza se hablaba,
ellos eran los mas felices.
Confundieron sus gestos sin
mirarse a la cara.
Él, atormentado por una
imagen que se reflejaba en su pasado y que le tocaba la puerta de su memoria
sin poder prevenir el impacto.
Ella, refugiada en una
incognita latente que era invisible a los ojos de cualquier mortal.
Inmersos en sus diferidas
realidades lograron vencer la horda de demonios que los atosigaba en cada
despertar.
Él, serio y rígido. Ella,
aventurera y vivaz.
Sospecharon que no era una
historia efímera, esas que se cuentan al pasar
Quedaron plasmados en una
leyenda. Asi, los posicionaron en la ciudad.
Nadie los veia aunque ellos
se mostraban tomados fuertemente de la mano
Nunca se enteraron lo mucho
que se amaban
Los demonios eran los otros y
ellos los fantasmas de la realidad.
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