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martes, 16 de mayo de 2017

COMO AGUA PARA AJEDREZ



En alguno de sus sonetos Borges trato de describir al juego y a sus piezas como un juego sin fin, el cual nos iba a mantener en vilo hasta el alba…
El Ajedrez es un fiel reflejo de la vida o la vida es un ingrato reflejo de lo que el ajedrez demuestra. Con estrategias, tácticas, pisada, enroques.
La diferencia? Podemos quedar en tablas.
Pero en la vida, se puede empatar? El rey intenta avanzar, lentamente para cualquier dirección y constantemente es protegido por cualquier pieza de su mismo color y amenazado por sus eternos rivales que solo quieren dejarlo en Jaque para aniquilarlo por completo del tablero, de la tierra, de la vida. Pero el Rey se las rebusca para zafar todo el tiempo con sus movimientos sigilosos y hasta siendo un tanto ladino en algunos momentos. Estos tienen coronita y son intocables hasta para algunos, inalcanzables. Tildados casi de burgueses y autocratacas que solo tienen que ser defendidos pero que no salvan a nadie.
Los Peones, por su parte, son los plebeyos que deben ir en la primera fila, como las antiguas guerras que mandaban adelante a los vulnerables guerreros que solos con sus espadas o escopetas debían “abrir el juego”, mientras los de atrás, los señores feudales aguardaban cómodamente y observaban en primera fila un espectáculo bastante absurdo por cierto. Los Peones, los pobres laburantes que solo pueden ir para adelante y no tienen siquiera una posibilidad de frenarse a pensar un solo minuto y retroceder para volver a armar y planificar sus vidas son los responsables de guiar, proteger y dejarse “comer” por los mas poderosos. Ellos se paran frente a las vidrieras a ver si pueden comprar el ultimo modelo, si pueden llegar a ser algo que no podrán ni soñando. Haciendo cuentas para alcanzar un poder que nadie les otorgo bajo ningún punto de vista. Ellos deben comenzar el juego bien temprano y son los primeros que se mueven en el tablero para que el resto se active en la vida de los casilleros.
Como olvidarme del Alfil quien tiene algunos permisos y casi emancipado de cualquier clase tiene permitido armar su camino para que los de arriba puedan pasar libremente. Pero ojo, que el Alfl puede regresar y si regresa los puede dejar atrás, haciendo su vida y marcando en cada paso una huella imborrable para el resto de los participantes. Así también el Alfil tiene que estar permanentemente pensando su mejor estrategia para no ser comido por el sistema. Todos se encuentran agazapados y expectantes cada vez que el Alfil sale a trabajar para poder seguir vivo en este peligroso cuadrilátero.
El Caballo, ardiente y picante animal que se mueve de una manera distinta. Difícil de domar y complicado para seguir sus pasos, descifrarlo, piensa todo el tiempo cual es la mejor jugada para poder liberarle el paso a “su” Rey y que este pueda llegar a derrocar a su oponente, sin ningun tipo de inconveniente, prácticamente, sin piedad.
Y si hablamos de proteger y cubrir al Rey, para ello esta la Torre. Cuanto mas alta la Torre, mas protegido estará el Rey. Particularmente es de esas piezas que nos cruzamos todos los días. Que se mueven prolija y estructuradamente. Que no dan mas de lo que tienen que dar. Conservadoras en su máximo potencial y sobre protectoras de mas, casi siendo una sombra para el Monarca. Con su famoso Enroque lo único que logra es ganar día a día la confianza del Rey y el odio de sus oponentes. Pero que vale mas? Una sola persona, quien intenta gobernar todo cueste lo que cueste? O el cariño de la gran mayoría, esos que trabajan todo el día y transitan la vida sin protección, vulnerables piezas que viajan alrededor del tablero pensando de mas para que en una jugada desafortunada no sean comidas por la Torre traicionera?
La Torre es así, estoica ante el Rey. Deberás tener mucho cuidado porque no es una estructura común y corriente. Es traicionera y convenida.
Algunos dicen: “Las damas primero”. Sin dudas que así lo es. Porque en nuestra cultura occidental nos enseñaron los valores y los principios básicos para respetar de todas formas a las Reinas. Y ella se mueve así. Libre, sagaz, tacticista, convenida, ladina, protectora, traicionera. Reúne todos los condimentos del resto de las piezas. Se puede decir que la dama es la versátil del grupo, dentro del cuadrilátero y de la vida.
A la dama hay que tratarla con respeto, pero ojo que ella puede traicionarte en cualquier momento. La daga puede estar al caer con un falso movimiento. Porque ella no conoce de restricciones o limites. Sus limites es la vida misma. Tiene todos los caminos transitados y muchos mas por recorrer. Sola o acompañada. Pero cuidado, porque te puede tumbar en cualquier momento y hasta vos, Rey de todos los cuadrados poder quedar en Jaque Mate.
Así es el Ajedrez, un fiel reflejo de la vida…

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