RESISTIR

De hecho, tuvimos una larga conversación sobre que significaba resistir en esta sociedad, que se encargaba, constantemente de contaminar la moral humana.

Nos preguntamos, porque siempre hay que responsabilizar a alguien o a muchos de los que nos pasa. Donde quedo el mea culpa, la autocritica, el escuchar sin ofender?

Sin negarle a la otra persona el derecho a réplica y observar algunas cuestiones desde otro angulo totalmente distinto al de uno.
Porque llegar al punto de ofender sin sentido alguno a ese alguien que, como uno, quiere plasmar su ideología. He ahí la cuestion de ese ponderado concepto de democracia.

Cada uno conlleva su arte hacia el rumbo que le plazca. Cada uno conlleva consigo mismo un arte que es distinto al del resto pero muy similar a su propio espejo.

Emparentamos lo similar con la igualdad y equivocamos la igualdad con los derechos que uno intenta proporcionar hacia los demas.

Desde la rigidez, no aceptamos al otro como piensa y percibe. Y creemos resistir ante esas acciones, cuando solamente estamos negando la capacidad de cada uno y determinando que solamente cuenta una sola opinión. La de uno mismo.

Desde el ego se controla todo, y a la vez la nada misma.

La imposición atrae a la mediocridad, coincidimos y nos sonreimos sin pensar las consecuencias que impactarian en el resto.

Los unicos sobrevivientes son los que entienden el juego en este sistema efimero, banal y cruel en el que estamos sometidos.

Repetimos varias veces. Hasta la victoria siempre, hasta la victoria siempre.

No hubo caso. Sin caretas y sin cartas en la mano afrontamos la propia responsabilidad de seguir refutando la opresión de varias problematicas que nos abordaban. Es difícil, pero seguimos resistiendo, deciamos sin tapujos en la boca.

Haciendonos respetar con lo que creiamos que era posible llegar. Adonde pensabamos que sin ayuda podriamos subsistir y por sobre todas las cosas, resistir.